53,86% Uruguay país agua explora la relación intrínseca entre la arquitectura, el territorio y el agua en un país donde su territorio marítimo (53,86%) es mayor que su territorio terrestre. El agua no es solo un recurso natural, sino un elemento profundamente arraigado en la historia y la cultura de Uruguay, fundamental para su desarrollo.
Posiblemente, nos encontramos ante la era del agua —el Hidroceno—, donde la forma en que la gestionemos y conservemos determinará el futuro de la humanidad. El agua es un recurso finito; la cantidad total de agua en la Tierra se ha mantenido constante desde la creación del planeta; si bien no podemos crear agua nueva a gran escala, sí podemos destruirla mediante la tecnología y la contaminación.
Históricamente, las conquistas territoriales buscaban obtener minerales y recursos naturales. Actualmente, presenciamos un modelo geopolítico donde empresas y estados generan una "conquista pacífica" de territorios, mediante acuerdos para acceder a recursos como el oro, el petróleo, los minerales radiactivos, los minerales para uso tecnológico y también el agua. Estos enfoques generan desafíos que afectan la economía, el entorno construido y el bienestar de las sociedades, y deben abordarse mediante regulaciones y políticas públicas para la gestión y preservación del agua que promuevan el uso inteligente y colectivo de este recurso.
La arquitectura es un proceso complejo que involucra seres vivos, materiales y recursos, donde el agua desempeña un papel crucial en cada etapa. Tiene el potencial de abordar los desafíos relacionados con el agua mediante diseños de infraestructura que promueven la conservación y el uso eficiente; esto garantiza un suministro confiable de agua para el consumo humano, la agricultura, la industria y la producción de energía.
El agua en el territorio abre posibilidades innovadoras de planificación y diseño urbano, actuando como un elemento unificador que nos invita a repensar cómo habitamos nuestro entorno. Pone de relieve la naturaleza temporal y frágil de las tierras propensas a inundaciones y las áreas ganadas al mar, un enfoque que ha expandido el suelo habitable y productivo.
La lluvia, las olas (el agua en su máxima expresión) y las fuerzas de la naturaleza, como el viento y la luz solar, son algunas de las pocas maneras en que aún experimentamos el poder de la naturaleza en nuestras ciudades.
El pabellón de Uruguay es una experiencia inmersiva donde el agua se manifiesta, un dispositivo sonoro y visual. El pavimento es una gran obra de arte transitable, un paisaje de estuario donde el agua dulce y la salada se enfrentan en una batalla durante una tormenta. Una fábrica de gotas, un manantial invertido, donde las amatistas (agua cristalizada de otro tiempo) flotan como gotas suspendidas, generando tensión volumétrica en el cielorraso textil de donde penden, por donde escurren las gotas actuales. El goteo evidencia la gravedad (con doble sentido) y la gravedad crea el sonido al caer en los recipientes metálicos que resuenan
en el espacio, reverberándose. Sobre las paredes se proyectan evidencias gráficas intencionadas que dan cuenta de parte del argumento (un argumento abierto) de esta intervención. Entrevistas, fotografías, videos y obras de arte dan forma a este discurso en expansión, dejando al agua guiar la experiencia auditiva. En el pabellón, cada gota, cada eco y cada balde relatan una historia distinta, convocando a la contemplación y al diálogo sobre la manera en que habitamos, disfrutamos y protegemos nuestros recursos hídricos.
La 19.ª Exposición Internacional de Arquitectura - La Biennale di Venezia, Intelligens. Natural. Artificial. Collective, nos convoca a explorar, en nuestro caso -53,86% Uruguay país agua- la inteligencia del agua como fuerza natural, como sistema construido y como bien común en disputa. En un mundo donde el agua define territorios, ciudades y formas de vida, en un momento donde la gestión y el valor simbólico del agua son esenciales para la vida. Se presenta Uruguay como un espacio de experimentación para pensar la arquitectura y el territorio del futuro desde una perspectiva líquida, flexible y en constante
transformación.
Comisario: Martín Craciun
Curadores: Katia Sei Fong, Ken Sei Fong, Luis Sei Fong